Autor: Dr. Stefano Bigagli
Los trastornos de la columna vertebral, y en particular el dolor en el cuello, tienen una alta prevalencia y un gran impacto en la vida diaria de las personas que la padecen.
Un estudio reciente reportó una prevalencia del 4,9% de las personas que sufren de esta condición en un año, y el dolor de cuello fue considerado una de las principales causas de discapacidad por el estudio global de la carga de enfermedad. Algunos autores informaron de una prevalencia de entre 1 10,4% y 21,3%, con una incidencia particular en aquellos que trabajan en el ordenador. Esta patología tiene una mayor incidencia en las mujeres, y la prevalencia aumenta con la edad. Los factores de riesgo para el dolor de cuello incluyen, por ejemplo, factores genéticos y problemas psicológicos.
Una de las principales causas del dolor de cuello es el latigazo cervical, una lesión causada por un evento repentino de aceleración-desaceleración. En 2000 hubo 901.442 visitas de emergencia a esta causa en los Estados Unidos, y el 28% de los accidentes automovilísticos causaron esguinces cervicales o estiramientos en los músculos del cuello. Aunque en la mayoría de los casos el dolor de cuello se puede eliminar, casi el 50% de las personas afectadas continúan experimentando un cierto grado de dolor.
El dolor de cuello es un problema importante de salud pública, lo que lleva a altos costos económicos en todo el mundo. Este tipo de dolor, es un problema de salud que debe abordarse para mejorar las condiciones de vida de muchas personas y reducir los costos de salud. Más específicamente, se puede avanzar en dos áreas: el diagnóstico del dolor de cuello y su tratamiento.
Existen algunas medidas objetivas, como el rango de movimiento cervical (CROM), la electromiografía superficial (EMG) y el umbral de dolor de presión (PPT), que pueden ayudar en el diagnóstico de la patología y en la evolución de las terapias y tratamientos.
Varios autores afirman que la CROM es un método fiable para el diagnóstico, mostrando diferentes valores para sujetos sanos y patológicos y confirmando que la CROM se reduce en todos los movimientos primarios (extensión de flexión en el plano sagital, flexión lateral izquierda y derecha en el plano frontal y rotación izquierda y derecha en el plano transversal) en pacientes con trastorno por latigazo. El artículo en cuestión muestra que el uso de sensores inerciales proporciona un rango cervical fiable y repetible de mediciones de movimiento en comparación con la medición "popular" realizada a simple vista.
Además, el uso se integra de forma óptima en la práctica clínica, satisfaciendo plenamente tanto al terapeuta –que en pocos minutos logra llevar a cabo todo el proceso desde la evaluación hasta el informe final– como al paciente con respecto al grado de satisfacción percibida.
Baiobit es la herramienta ideal para evaluar y tratar este tipo de problemas, mejorando así la alianza terapéutica paciente-operador.